ESTILOS DE DECORACIÓN: Escandinavo

También conocido como diseño nórdico, es un enfoque minimalista y funcional que se originó en los países nórdicos como Dinamarca, Suecia, Noruega y Finlandia. Este estilo se ha vuelto muy popular a nivel mundial por su simplicidad, funcionalidad y estética relajada. Las claves de este estilo son:

El estilo escandinavo se caracteriza por una paleta de colores neutros y claros, como blancos, grises, y tonos tierra suaves. Estos colores contribuyen a la sensación de luminosidad y amplitud.

Dada la falta de luz natural en los meses de invierno en los países nórdicos, el diseño escandinavo prioriza la maximización de la luz natural. Las ventanas son grandes y sin cortinas pesadas para permitir la entrada máxima de luz.

La madera es un elemento fundamental en el diseño escandinavo. Se utiliza en su forma natural, con tonos claros como el abeto, el pino o el abedul. La madera aporta calidez y contraste a los colores neutros.

Los muebles en el estilo escandinavo son conocidos por su diseño simple y funcional. Las líneas limpias y las formas geométricas son comunes. La idea es que los muebles sean prácticos y estéticamente agradables.

Se incorporan texturas naturales como lana, algodón y lino para agregar calidez al espacio. Mantas, cojines y alfombras suelen ser tejidos o de piel, proporcionando comodidad y un toque acogedor.

El estilo escandinavo abraza el minimalismo, evitando el exceso de decoración. Los espacios suelen ser limpios y despejados, con la idea de que cada elemento tiene un propósito funcional o estético.

A menudo, el diseño escandinavo incluye elementos retro o vintage, como sillas y lámparas icónicas de mediados del siglo XX, que aportan un toque de nostalgia y carácter al espacio.

Las plantas verdes son una forma común de introducir la naturaleza en el diseño escandinavo. Añaden vida, color y frescura al espacio.